En su composición encontramos lapislázuli, una piedra que nos aporta serenidad, nos ayuda a armonizar conflictos y contribuye a disolver la tendencia al sufrimiento, victimización y ataduras emocionales. Por el lado de la aromaterapia, unimos aceite esencial puro de azahar, lavanda, bergamota e ylang ylang, que nos aportan relajación, estimulan nuestra energía y nos reconfortan.
Su aplicación es sencilla y variada, lo podemos usar como perfume, para atomizar la almohada, las cortinas, los placares y distintos ambientes. Es ideal para atomizar en lugares donde se efectuará una reunión que requiere serenidad colectiva, en los ambientes laborales, en los espacios de estudios, en las salas de internaciones o cualquier lugar donde queramos distendernos.
Si alcanzaste el estado de relajación y equilibrio, te invitamos a utilizarlo en todos los lugares donde encuentres personas estresadas para poder contribuir con un pequeño y humilde aporte, sin juzgar, simplemente aromatizando un espacio.
PLANTAS Y PIEDRAS
DESTACADAS
Lapislázuli: Aporta serenidad y favorece la comunicación. Ayuda a armonizar conflictos, favoreciendo la sabiduría, sinceridad y compasión.
Bergamota: Antidepresiva. Ayuda a disipar la ansiedad. Calma el sistema nervioso. Muy eficaz para
combatir el decaimiento.
Ylang ylang: Mejora la autoconfianza. Alivia el pánico, temor y frustración. Afrodisíaco, relajante, reconfortante y vivificante.
Azahar: Tranquilizante natural. Alivia la ansiedad crónica, la depresión y el estrés. Calma la histeria y las crisis emocionales. Levanta la autoestima y combate la apatía.
Lavanda: Relajante. Ansiolítica. Relajante. Descongestiva. Desintoxicante. Funguicida. Reconstituyente. Antiséptica, analgésica, emoliente, reparadora.
Contenido: 100 ml
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